Cuando los Estados Unidos entraron en la Segunda Guerra Mundial el 7 de diciembre de 1941, no existía ningún departamento de inteligencia que respondiera directamente al presidente.
Más bien, el Ejército y la Marina, así como el FBI, el Estado y los Departamentos del Tesoro informaban al presidente –a veces con información contradictoria. Estaba claro que una sola agencia central de inteligencia era necesaria.
La Oficina de Servicios Estratégicos, conocida como el “OSS” del inglés Office of Strategic Services, fue la agencia de inteligencia del tiempo de guerra de los Estados Unidos formada durante los oscuros días de la Segunda Guerra Mundial, y se convirtió en la precursora de la Agencia Central de Inteligencia , la “CIA” (Central Intelligence Agency)..
En junio de 1942, el presidente Franklin Roosevelt creó la Oficina de Servicios Estratégicos para recopilar y analizar información estratégica y para llevar a cabo operaciones de espionaje y operaciones especiales a todo el mundo –para ser proactivo en todos los frentes relacionados con los intereses estadounidenses. Su objetivo era evitar otro Pearl Harbor –y ataques en suelo estadounidense y sus aliados- antes de que fuera demasiado tarde.
Por primera vez en la historia de los Estados Unidos la nación tenía una sola agencia, totalmente responsable que reportaría directamente al presidente, y sus ramas participarían en todas las actividades secretas básicas, como el espionaje, las acciones encubiertas, la propaganda, la contrainteligencia, I+D, etc.
Gran parte de la formación del principio y la organización de la agencia llegó con la ayuda de su aliado, la Gran Bretaña. El primer ministro Winston Churchill sabiamente eligió Stewart Menzies – jefe de la inteligencia británica, o ” MI – 6 ” – y William Stephenson – el jefe de espías canadiense que era conocido por su nombre código “Intrepid” – para este propósito. Stephenson, quien se convertiría en un asesor cercano al presidente Roosevelt, sugirió que pusiera a su buen amigo William J. Donovan a cargo de todos los servicios de inteligencia de los Estados Unidos.
Gran parte de la formación del principio y la organización de la agencia llegó con la ayuda de su aliado, la Gran Bretaña. El primer ministro Winston Churchill sabiamente eligió Stewart Menzies – jefe de la inteligencia británica, o ” MI – 6 ” – y William Stephenson – el jefe de espías canadiense que era conocido por su nombre código “Intrepid” – para este propósito. Stephenson, quien se convertiría en un asesor cercano al presidente Roosevelt, sugirió que pusiera a su buen amigo William J. Donovan a cargo de todos los servicios de inteligencia de los Estados Unidos.
La OSS se convirtió sin igual entre las potencias del Eje y los poderes Aliados, y se dijo que la destreza de Donovan moldeó la agencia a la mejor fuerza de inteligencia de combate que el mundo haya visto jamás, con contratación de hombres y mujeres de todos los ámbitos de la vida. En una ocasión se enorgullecía de su elección de los candidatos por los que describe como un “Doctor que podría ganar una pelea en un bar”.
Los homenajeados de estar entre los que fueron reclutados por la OSS de Donovan incluyen John Ford, Sterling Hayden, Julia Childs y Moe Berg, por nombrar sólo algunos. Cuando enfrentado a otros funcionarios del departamento de guerra sobre el tipo y carácter de los reclutados, Donovan fue citado diciendo: “Prefiero tener un teniente joven con suficientes agallas para desobedecer una orden directa que un coronel demasiado regimentado para pensar por sí mismo”.
The Office of Strategic Services